Quién no tiene su own personal Rosebud?

Hay una frase que hace unos años escribió Flopa para el disco de Flopa-Manza-Minimal que marca idea sobre ese gap que se abre entre lo que queríamos ser alguna vez y lo que efectivamente somos.

Flopa escribe
"sabremos digerir nuestra suerte? O adulcerarla? Ni gracia me hace saber que en tu lista estoy debajo del Albúm Blanco"
y está diciendo
"man, ya hubo dos o tres argentinos mágicos e inigualables. además soy sudaca y toco tres horas por día después del trabajo. En el mejor de los mundos posibles alguna de mis canciones se amuchará con tantas otras en el estante de Canciones Que Están Bastante Bastante Bien. Pero ahí arriba, lejos, están los beatles. OK. Qué hago con eso?"

En la secundaria me di cuenta que quería ser economista (cuando era chico quería ser carnicero, taxista y/o corredor de rally. eso no cuenta, no?) . No cualquier economista: quería ser ministro de economía o tipo consultor/administrador, viajando de acá para allá all around the world resolviendo restructuraciones de empresas y demás.

Eso quería ser. Después los años pasan y las cosas van pasando. Y uno se perfila en otro lugar, bien distinto a lo que preveía. No vas a ser ministro de economía, no vas a resolver las grandes cuestiones financieras de las grandes empresas. En realidad, cambia todo. Cambia la trayectoria porque uno se mueve y también cambia el objetivo o ideal mientras uno se va moviendo. Entonces capaz ya no querés ser carnicero o taxista o corredor de rally.

Pero siempre queda esa sensación de que vivimos en un proceso de path-dependence, en los cuales la decisión de hacia dónde ir afecta tanto a la visión sobre hacia donde queremos ir como a los límites sobre donde podemos ir. Entonces aparecen los rosebuds de Orson welles. Nuestros rosebuds. Pequeñas decisiones que borraron caminos posibles (por ej. no ir a estudiar afuera) o abrieron algun camino en el que hoy nos podemos sentir enfrascados (por ej aceptar algún trabajo indeseable).

Qué hacer? vuelvo a flopa: digerir y adulcerar.