Siguen los conflictos internos.
Todos tenemos una infancia donde está el primer día de jardín, los parchis o los power rangers, la leche con nesquik (Toddy está bien también). Todos tenemos una adolescencia donde está la primera noche de salida noctura, los recreos en el colegio, las decepciones amorosas. Todos tenemos las mismas historias de camino a la adultez: el primer trabajo, tus primeras cosas tuyas tuyas...
Pará: somos la expresión de una ley general o vivimos experiencias singulares? Si seguimos el camino que -de manera solapada y descoordinada-todo el mundo está siguiendo, es como si nos dieran cuerda como a esos robots de juguete de los ochenta y después nos soltaran. O tenemos una flecha de tiempo que nos pertenece exclusivamente y entonces elegimos caminos momentos gentes.
La cosa es más rara aún, porque en nuestra visión de los demás siempre prima la primera opción. Lo hacemos todos el tiempo. Ejemplos:
"mmm tiene unas topper blancas y un remera vieja. rollinga sucio!"
"mmm esta cajera tiene una cara de orto impresionante. sabes que le hace falta?"
"mmm me dijo que no le pasaba nada, pero es una mujer, entonces tengo que preguntar treinta veces más"
"si bajás los impuestos la gente va a gastar más"
O sea, hay algo esquizofrénico por allí: vemos la conducta de los demás como basada en un conjunto reducido reglas simples, pero al mismo tiempo nos vemos como los únicos grossos que somos re complejos y la vivimos posta. Mi caso como economista: explico las ventas de cualquier negocio particular sobre la base de los precios relativos de ese bien en relación a otros sustitutos, pero mi esquema de compras es tan caprichoso que podría estar horas explicándolo, buscando las distintas cadenas de causalidad que me llevaron allí... (nos reiríamos un rato, eso seguro)
Raro, no?
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1 comentario:
Hola, soy Roque Feler. yo también leo todossomospi.
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