Es un número irracional. Lo curioso es que aparece con inusual frecuencia en los fenómenos cotidianos. Microscópicos y macroscópicos. Físicos y biológicos. Sirve para simplificar cálculos sobre la altura del elefante, la longitud de los ríos, al amplitud del ciclo económico, la velocidad de expansión del universo... En el sentido más literal y consistente que conozco, el pi es una constante. Hace aproximadamente 10 años fui a ver una obra de teatro de la cual no recuedo casi nada más que un folletín en blanco y negro donde alguien se refería al tema de los recuerdos. decía por ahí: "somos los que están a nuestro alrededor. pero también somos lo que fuimos y los que estuvieron a nuestro alrededor". Y me encantó eso. Es tan cierto! los comentarios de los demás contienen elementos de tamaño variable que aparecen en forma totalmente incierta en otros momentos y situaciones. Nuestros diálogos rompen las limitaciones espaciales y temporales, son sobrepasados por las veces en que intimamente volvemos sobre ellos, muchas veces en medio de otros diálogos, generando intrincados palimpsestos que el mejor estudioso del medioevo no podría descifrar. En ese sentido, somos pi. Somos constancia, permanencia, parte, de los demás. O al menos necesitamos serlo.